
A muchos, o mejor, muchísimos, este planteamiento les parecerá una loquera más de un poeta socialista trasnochado, pero no es así. Es la comprensión diáfana y sencilla de que el conocimiento que adquirimos con gran esfuerzo y en especial “los pobres”, tiene un soporte y dirección: el Capital.
El Capitalista organiza y moldea no sólo la expresión material cognitiva sino que siembra el virus de la falsa superioridad social, lo que fundamenta la existencia de las sociedades clasistas. La Escuela, instrumento nacido al calor de la necesidad de la nobleza Ateniense por el año 600 a.c. ha mantenido a través del tiempo su estatus dominante, sirviéndole de soporte a los llamados sistemas capitalistas nacidos a la sombra de la revolución burguesa a la caída del feudalismo. El proceso de aprendizaje día a día se mercantiliza, enajenando la realidad de la condición humana, convirtiéndola, lamentablemente en ficha de producción y consumo. El Socialismo más allá como sujeto expresivo de orden económico, social, político, cultural, etc., tiene como condición sine qua non la abertura del pensamiento humano hacia la concepción dimensional de la conciencia social, rompiendo a través de una armónica y real conjugación de valores humanos y éticos, los consabidos conceptos de aprendizaje y enseñanza de carácter ideológico y mercantilistas del capital. Esto quiere decir, que la relación autoritaria de la escuela desaparece para darle paso a una relación humano-social de carácter familiar (docente-alumno alumno-docente) en función del desarrollo de saberes que respondan al interés colectivo de la población, para impulsar con sentimientos armoniosos y culturales el porvenir de la patria.
Por César Albornoz
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1 comentarios:
hola a todos esta es una prueba de enlaces posibles desde el blog, trabajaremos para salir pronto saludos Cesar adelante es el camino y no hay vuelta atraz
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